A la actividad, además de los gobernantes, también asistieron campesinos de varios departamentos del sur occidente, el presidente del Congreso de la República, los ministros de Agricultura y Cultura y Deportes, diputados distritales, alcaldes y el gobernador de Quiché.
Nicolás Pérez, representante de las organizaciones campesinas, dijo que la “actividad sagrada de los campesinos indígenas” busca realizar ceremonias mayas para bendecir la siembra del maíz y producir la tierra “para que durante el año no falte el alimento para sus familias”.
“El maíz es nuestro alimento diario que se logra luego de la ardua preparación de la tierra; la semilla y el trabajo de miles de brazos que siembran esta planta tal como hacían nuestros ancestros desde hace miles de años. Además, por todas las bondades que esta planta provee para toda la nación, queremos que el maíz sea declarado patrimonio de los guatemaltecos y que se vuelva una ley para que exista el tan anhelado desarrollo rural integral”, dijo el líder campesino.
Pérez Molina dijo que esta actividad es “trascendental para la población campesina chichicasteca” y ofreció que a partir del lunes 8 de mayo iniciará el proceso de entrega del fertilizante en Panimaché, Chichicastenango.
“También vamos a implementar el programa Agricultura familiar dirigido a más de 200 mil familias en todo el país. Este programa tiene que crecer el otro año y llegar a 400 mil familias porque va más allá de lo que ha sido el apoyo con fertilizante, porque lo que perseguimos es que el abono se pueda emplear en donde exista mejor semilla para que la cosecha sea lo esperado. De esta manera vamos a colaborar para salir de la pobreza, a luchar en contra del hambre y a bajar los niveles de desnutrición de nuestros niños”, dijo el presidente.
La vicepresidenta Roxana Baldetti recordó a los presentes que además de conmemorarse el Día de la Siembra, se conmemora el Día del Hilo e instó a los presentes a plasmar en las siembras y en sus tejidos la ancestral cultura maya.
