Ambos son acusados por los delitos de instigación a delinquir, ejecución extrajudicial, asociación ilegal de gente armada y detención ilegal con circunstancias agravantes.
Cotzal y Chamay eran prófugos de la justicia desde el 10 de noviembre de 2011, fecha en que se autorizó su captura.
El 1 de noviembre de 2009, el entonces agente Pedro Rodríguez Toma fue capturado en Cotzal por los miembros de la seguridad del ex alcalde José Pérez Chen cuando acudió a exigir la liberación de su hijo de 16 años, quien había sido detenido por ellos por su aparente apariencia de pandillero, ya que tenía el pelo largo.
Al finalizar esa tarde, Rodríguez Toma había sido torturado y frente a la población fue rociado con gasolina y quemado vivo. Por este mismo delito Pérez Chen fue sentenciado a 82 años de prisión.