“Sabemos que en el instituto nos darán los números para atendernos; sin embargo, creo que la demanda es mucha y prefiero esperar aquí, aunque tenga que dormir en la calle, pero tengo que asegurar un cupo para el estudio de mi hija”, explicó Ordóñez.
Petrona Ávila Hernández, del cantón Xatinap Tercer Centro, Santa Cruz del Quiché, opina que hará el sacrificio de intentar dar estudio a su hijo que desea ser maestro, pero no está de acuerdo en que sean cinco años de estudio. “No nos queda de otra, venimos a un plantel público porque no nos cobran colegiaturas, pero las autoridades deberían pensar en que somos de escasos recursos económicos y una lucha es la que hacemos para que nuestros hijos estudien”, dijo Ávila.