“Si la lluvia lo permite, fundiremos de nuevo el muro lateral del paso que colapsó y dragaremos el riachuelo”, explicó Mynor Morales, de Covial.
Por el colapso del paso alterno en el riachuelo Jocol, más de 26 mil habitantes de las 35 comunidades de San Antonio Ilotenango han quedado incomunicados temporalmente con la cabecera, y a pesar de que los trabajos de Covial han permitido la comunicación vehicular, el movimiento comercial y agrícola no es el óptimo.
René Cho, agricultor, afirmó que llevar a Totonicapán su producción de ejote francés le representa gastos en tiempo y combustible, lo que redundaría en el incremento del precio del producto.
“Es necesario que podamos circular de Ilotenango a la capital, vía Pachalum o Los Encuentros, y además recuperar el paso provisional. Ojalá que reparen los 11 km que nos separan de la cabecera departamental, pues está en pésimas condiciones”, expuso Cho.
La circulación vehicular en el paso colapsado es fundamental para acortar distancias entre Quiché y Quetzaltenango, ya que es empleado por pobladores de occidente que viajan a la capital cuando la ruta Interamericana sucumbe o es ocupada por manifestantes.
Empleados de Covial aseguraron que los automovilistas pueden emplear el paso alterno entre Santa Cruz del Quiché-Patzité rumbo a Totonicapán, vía Chimente, “ruta a la que le hemos dado mantenimiento”, resaltó Mynor Yax, supervisor de Covial.
Agregó que la municipalidad de Ilotenango confirmó que existe otro camino entre Chotacaj, zona 4 de Ilotenango-Chusica-aldea El Chajbal, Santa Cruz del Quiché. “Pedimos emplear estos atajos”, refirió Yax.