Los derrumbes en esta cima han sido constantes, pero el 4 de enero del 2009 uno de estos cobró la vida de 38 personas, quienes murieron soterradas.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) llevó a cabo explosiones controladas para abrir el camino de nuevo, pero luego ocurrieron más movimientos de tierra.
Se pidió la evaluación del tramo, y el Consejo Científico de la Conred determinó el 28 de mayo del 2009 que el área es de alto riesgo y hay necesidad de una nueva ruta, pero recomendó que no se construya en ese lugar sin estudios técnicos.
La Dirección General de Caminos dejó de retirar los escombros, pero el Ministerio de Comunicaciones no ha construido la ruta alterna; sin embargo, como los pobladores de ambos municipios necesitan utilizar esta ruta —de 30 kilómetros—, un grupo organizó el comité de mejoramiento de la carretera 7W derrumbe Los Chorros, que se encarga de gestionar con constructoras la habilitación del paso cuando ocurren deslizamientos.
Por ello, cobran Q25 por paso de cada vehículo —Q50 por viaje de ida y regreso—, pues indican que pagan Q500 por hora por uso de maquinaria.
Hermelindo Ortiz Hernández, del comité, recordó que desde el 2009 las autoridades les han prometido iniciar el trabajo de asfalto, pero han sido mentiras.
En marzo del 2013, el entonces ministro de Comunicaciones se comprometió con ellos sobre esa obra, pero no cumplió. Por lo anterior, residentes llevaron a cabo bloqueos en la ruta, por lo que el funcionario les prometió que comenzarían los trabajos en mayo último y que tomaría por lo menos dos años concluirla.
Se informó que se invertirían Q143 millones en la ruta que atraviesa el cerro, pues un estudio de una empresa alemana determinó que la cima está en condiciones para que se construya una carretera, pero nuevamente fue una oferta incumplida.
Otro problema es el mal estado del camino, que causa que los automotores se queden atascados.
Cuando se registra algún derrumbe y el paso se suspende parcialmente, los pobladores tienen la opción de tomar por un camino alternativo en la finca La Independencia, pero los peones también cobran Q25 por vehículo.
El transportista Manuel Méndez aseguró que las autoridades no los atienden. “Pareciera que no somos guatemaltecos; estamos abandonados a nuestra suerte, a pesar de que esta ruta es muy transitada”, lamentó.