José Mendoza, otro de los afectados, expuso que recientemente se reunieron con autoridades gubernamentales y representantes de camaroneras, quienes les ofrecieron ayudarlos con víveres, los cuales aseguró no han recibido.
Mike Coorse, representante de las empresas camaroneras que funcionan en Champerico, aclaró que la ayuda a los pescadores será durante el tiempo que no puedan trabajar.
El gobernador de Retalhuleu, Mynor Cordón, comentó que la semana recién pasada gestionó en la capital, bolsas con víveres que serán entregadas a las familias perjudicadas.
“Esperamos que esta semana llegue la ayuda para las familias afectadas”, expuso Cordón.
Aseguró que desconocen qué pudo haber causado la contaminación del estero, y que la investigación continúa.
Yenet Soto, técnico del Marn, señaló que la mortandad de peces de diferentes especies duró unos tres días. Informó que también murieron aves que consumieron peces muertos.
Estrategia
Soto contó que abrieron un canal para que el agua contaminada salga del estero y entre líquido limpio del mar, proceso que durará entre dos y tres meses.
“Se mandó muestra de agua al laboratorio de la capital, para que ellos nos digan exactamente que pasó”, mencionó.
Lucía Fuentes, madre de familia, dijo que algunos de los pescadores también se dedican a la agricultura, pero que sumado a la mortandad de los referidos animales, también les afecta la escasez de lluvia, que ha dejado daños en los cultivos.
Indicó que temen una crisis alimentaria para cientos de familias.
María Chávez, quien vende pescado en un mercado de la cabecera, señaló que por el momento se abastece con otro distribuidor, pero espera que cuando termine el problema, el producto no suba de precio en el estero Laguna Grande.