La planta procesa los desechos y con la basura orgánica produce abono, que luego se comercializa entre los campesinos del lugar.
El alcalde de la localidad, Victoriano Ovando, expuso que el proyecto fue apoyado por Tinn, gracias a la Cooperación Internacional entre Municipalidades (MIC). La planta funciona en un terreno de cinco manzanas, en el parcelamiento El Rosario, a 10 kilómetros del área urbana.
La planta tiene capacidad para procesar 10 toneladas de desechos por semana. En el lugar se producen abonos orgánicos tipo foliar, compostaje y lombricompost.
Proceso
Colman Rodas, operario de la planta, indicó que el proceso empieza con el tren de aseo, que traslada la basura a El Rosario, donde se clasifica. La orgánica es colocada en hileras de alrededor de 12 metros de largo, 1.5 metros de ancho y uno de alto. Los desechos permanecen allí durante unos 60 días, para que se conviertan en compostaje.
Los líquidos residuales caen a un estanque, donde se secan y forman el abono foliar.
Para obtener el lombricompost se utilizan cuatro piletas donde se crían lombrices coqueta roja. Estas se alimentan de los desechos orgánicos y producen humus.
Eudín de León, de la oficina municipal de Medio Ambiente, comentó que lo bueno de estos fertilizantes es que no contienen sustancias químicas, y los agricultores los adquieren para sus cultivos de maíz, ajonjolí y sandía, a Q35 el quintal.
Adrián Carmelo, coordinador del proyecto MIC, indicó que este está bien estructurado y tecnificado, y que reportan el estado de la procesadora a la Municipalidad de Tinn, cada seis meses aproximadamente, para que vea el avance.
Agregó que analizan la posibilidad de ampliar el proyecto, ya que es productivo y de beneficio para la población; además, se tiene planificado hacer otra inversión para un relleno sanitario.