En diferentes operativos, la División de Protección a la Naturaleza (Diprona), la Policía Nacional Civil (PNC) y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) decomisaron 558 ejemplares de varias de las especies referidas durante el 2013.
En las últimas semanas del año pasado, las autoridades incautaron 10 iguanas y 50 codornices que estaban a la venta en una agropecuaria de la zona 4 de la cabecera de Retalhuleu.
En otro operativo, en la colonia Pedregal 1, de esta ciudad, se incautaron varias aves: dos loros nuca amarilla, un loro cachete amarillo, cuatro pericas conocidas como señoritas, dos cotorros guayaberos, dos palomas peteneras, un cotorro frente blanca y cuatro pericas comunes.
Lucía Hernández, del Conap, indicó que la mayor parte de decomisos se efectuó gracias a que vecinos denuncian a quienes tienen en cautiverio a animales en peligro de extinción.
Costumbre riesgosa
Marco Tulio García, asesor jurídico del Conap, expuso que la tradición y costumbre de los guatemaltecos de tener en cautiverio a animales que están en alto riesgo de extinción pone en peligro la diversidad biológica de la región.
García cuestionó la labor del Organismo Judicial, ya que, según él, las personas que fueron detenidas en los últimos operativos ya fueron dejadas en libertad.
Sergio González, del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (Sigap), explicó que para tener animales como estos se tiene que contar con permiso, debido a que la Ley de Conservación de la Vida Silvestre establece sanciones de hasta 20 años de cárcel por matar, destruir, comercializar, exportar y poseer especies en riesgo de extinción.
Señaló que la venta, compra y tenencia ilegal de vida silvestre es la causa de que siete de cada 10 animales mueran antes de llegar a su destino, ya sean mercados o viviendas.
González indicó que los animales decomisados son trasladados a centros de rescate para su evaluación médica y registro, y la mayor parte están en peligro de extinción.
Injusto
El vecino Mario Cifuentes comentó que está bien que se efectúen los operativos, pero considera que los animales decomisados deberían ser llevados a un lugar apropiado, en donde sean bien atendidos, ya que en la actualidad los entregan a propietarios de fincas privadas, por lo que no se le puede llamar justicia el que se los quiten a unos vecinos para darlos a otros.
Freddy Cabrera, extrabajador de Conap, explicó que los animales decomisados son entregados en fincas privadas, debido a que el Gobierno no cuenta con capacidad en inmuebles ni personal, para cuidarlos.
