Sosa agradeció el gesto y dijo, con lágrimas en los ojos, que nunca le habían dado un regalo envuelto en papel de colores y moña.
“Agradezco realmente a las personas que me regalaron estos accesorios de trabajo. Lo mejor fue compartir con ellas un momento“, expresó.
Estefanía Noguera, quien entregó el obsequio a Sosa, indicó que la idea de ayudarlo surgió cuando vio la publicación en la página web de Prensa Libre, en donde se mostraban las habilidades de Sosa para cortar cabello, por lo que decidieron, entre familiares y algunos amigos, reunir dinero y comprarle el kit de peluquería.
“Cuando vi las fotos y leí la nota sentí algo en mi corazón. Motivó a mi familia y a unos amigos, por lo que nos reunimos y decidimos ayudarlo de esta manera“, expresó Noguera.
La historia
Iran Rolando Sosa Saqui, de 38 años, padece discapacidad en las manos y pies desde que nació, debido a la poliomielitis, pero a pesar de esas dificultades tiene talento para efectuar cortes de cabello.
Sosa actualmente vive en la aldea El Carmen, San Andrés Villa Seca, Retalhuleu, en la vivienda de Rogelia Rodas, de 65 años, quien al ver el deseo de Sosa de sobresalir, le da permiso desde hace varios años para que este corte el cabello a sus clientes en el patio del domicilio, pero su sueño es llegar a tener su propia peluquería.
Sosa corta cabello desde hace 15 años, y según él, aprendió el oficio con su abuelo, pero a pesar de la dificultad que tiene para movilizar las manos, posee gran habilidad para manejar las tijeras, lo que ha hecho que se gane la confianza de los clientes.
Sosa índica que sus padres son de escasos recursos y que por la discapacidad le ha sido difícil encontrar un trabajo formal, por lo que se las ingenió para aprender el oficio de peluquero cortando el cabello a sus hermanos, pero con el paso de los años ha logrado perfeccionar ese arte.
“Estoy consciente que estoy discapacitado, pero sueño algún día tener mi propia peluquería para seguir trabajando, ya que actualmente trabajo en el patio sentando a las personas en un bote de plástico o una silla de madera”, dijo Sosa.
Agregó que debió salir de su casa para trabajar ya que su domicilio que retirado del centro de la aldea.
Sosa cobra Q5 por corte de cabello, dinero que invierte en sus gastos personales y ayudar a su familia.
Reina Sosa, hermana de Iran, comentó que la discapacidad no lo detuvo y que por eso sigue trabajando.
“Mi hermano es un hombre que lucha por sobrevivir en esta vida y es un ejemplo para nosotros y para algunos jóvenes de la aldea” expresó Reina Sosa.
Ever González, vecino, comentó que el talento de Sosa para el corte de cabello es impresionante, ya que puede hacer varios estilos solamente con tijera, lo que ha sido bien aceptado por las personas de la comunidad.
“Como vecinos pedimos a alguien de buen corazón o a las autoridades que apoyen a Iran Sosa, porque necesita de ayuda, ya que es un hombre con discapacidad y de escasos recursos”, expresó González.