Vecinos que viven en los linderos del cementerio escucharon ruidos y acudieron a verificar, para prevenir algún robo de artículos o profanación de tumbas.
Al llegar encontraron a Tun cuando ya había roto la tumba, extraído los restos de su madre Nicolasa Gómez -quien falleció hacía tres años- e incluso había intentado prenderle fuego.
El sujeto dijo a los vecinos que “había escuchado a Dios que le decía que él podía devolverle la vida” a su progenitora. “Dios me dijo que le demostrara al mundo que Él existe”, manifestó.
“He visto hombres de morado que me siguen y simpre me dicen que tengo poderes”, agregó.
Algunos vecinos expresaron que Tun deambula con otros individuos y lo visto drogándose en la vía pública, trastornos que lo asocian con la profanación de la tumba.
La PNC condujo a Tun para ser procesado, ante la mirada de los vecinos que se tomaban la cabeza para suponer qué pretendía hacer, pero otros quedaron con escalofríos sobre los impulsos del sujeto.