“Cuando tenía 14 años busqué trabajo para ayudar a mi familia, pero nadie me contrató. Ese año mi madre falleció y mi familia se fue a otro municipio, por lo que me quedé solo. Salí a buscar trabajo pero, por mi condición, nadie me prestaba atención”, refirió López.
“Una señorita que notó mi interés por trabajar me regaló una caja de lustres, en El Asintal, y desde ese momento supe que eso me podía ayudar a salir adelante. Con este trabajo he demostrado que cuando se quiere hacer las cosas no hay obstáculos que puedan vencer a la voluntad, porque gracias a mi esfuerzo puedo comer todos los días”, añadió.
El retalteco recuerda que luego de haber recibido su caja de lustre empezó a trabajar en el parque de El Asintal, pero las autoridades municipales no estaban de acuerdo con su presencia en el lugar, por lo que le pidieron que se marchara. Luego se trasladó a la cabecera de Retalhuleu, donde actualmente trabaja.
Apoyo
Debido a la proyección de López, autoridades de la comuna de Reu le permitieron instalarse en una habitación del teatro Ramón Serra Güinac, donde vive solo.
“Todas las mañanas me levanto a las 5 horas, me baño, vendo periódicos en la terminal, y a las 9 horas me dirijo al parque central para atender a los clientes que me buscan para que les dé brillo a sus zapatos”, expresó.
López cuenta que antes usaba una silla de ruedas para movilizarse; sin embargo, le resultaba cansado y complicado trasladarse de esa forma, por lo que un vecino del lugar le diseñó un carrito de madera que opera con las manos y que funciona como una bicicleta.
Aprecio
Jorge Chávez, vecino de esa ciudad, señaló que López es conocido por los pobladores y que llegó al parque central a trabajar desde hace muchos años.
“Él ya es un ícono de este lugar; es muy conocido y querido por las personas que día a día llegan para que les lustre sus zapatos. Marvin es un ejemplo para los jóvenes, pues su esfuerzo demuestra que cuando se quiere es posible superar los obstáculos de la vida”, refirió Chávez.
López comentó que cobra Q5 por lustrar botas y Q3 por dar brillo a los zapatos. Agregó que en promedio atiende a entre cinco y siete clientes por día, pero que en oportunidades nadie solicita sus servicios.