“La situación empeoró en los últimos meses, pues los pobladores prefieren no visitar el camposanto para evitar ser víctimas de robos”, indicó Mario Us, vecino del sector.
Us recordó que en julio último un hombre fue asaltado y agredido con arma blanca, por lo que fue trasladado en estado delicado al hospital nacional de la cabecera.
Wilson López, otro afectado, indicó que hace dos semanas un hombre murió lapidado en el interior del cementerio.
“Pedimos a las autoridades que velen por la seguridad del lugar y que lleven a cabo jornadas de ornato para evitar que los vándalos se escondan en el césped”, expuso López.
El alcalde Osman Aquino explicó que los floreros fueron quebrados por un grupo de trabajadores de Salud Pública para evitar que se conviertan en criaderos de zancudos.
Wilson López, jefe de la Comisaría 34 de la PNC, expresó que enviarán a agentes a vigilar el sector.