Se trata de un edificio con doble arcada, cuyas columnas son de piedra maciza, al igual que sus muros. Se trata de una construcción sólida que se vio muy pronto “estrenada” por los sismos de 1751 y que aguantó los terremotos de 1773. Además, dada su solidez fue osado como cárcel, por lo cual todavía se pueden ver las celdas, incluida una donde supuestamente estuvo encerrada “La Tatuana”, una legendaria bruja que escapó mágicamente.
Según expertos, su estilo refleja cierta influencia de construcciones propias del Virreinato de la Nueva España (hoy México), de donde provenía Díez de Navarro. En 1853 fue restaurado por el Corregidor José María Palomo y Montúfar, y se ha conservado bastante bien, al punto que aquí tiene su sede la municipalidad.
El Museo del Libro Antiguo y el Museo de Armas se encuentran en su piso inferior, en donde además de admirar las colecciones se puede apreciar la calidad de la construcción, con muros de un metro de espesor.
En 1851 se le instaló un reloj, pero debido al peso del mismo y al temor de que causara daños a la estructura fue removido después de los terremotos de 1976. Actualmente es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad. No pocos turistas disfrutan de la tarde de domingo en su larga banca de piedra o bien desde su segundo nivel: toda una joya de Antigua Guatemala.
El Palacio del Ayuntamiento fue diseñado por el Sr. Diego de Porres, este inició sus construcciones en el año de 1740 y finalizó en el año de 1743.
Casi 200 años después del traslado de Santiago de Guatemala, al valle de Panchoy, (1543) se realizan los trabajos de reforma del palacio del Ayuntamiento, al parecer bajo un diseño del arquitecto mayor de la ciudad Diego de Porres, quien fallece en 1741, aunque historiadores anotan la intervención del arquitecto José Manuel Ramírez y de Luis Díez de Navarro.
Se trata de un edificio con doble arcada, cuyas columnas son de piedra maciza, al igual que sus muros. Se trata de una construcción sólida que se vio muy pronto “estrenada” por los sismos de 1751 y que aguantó los terremotos de 1773. Además, dada su solidez fue osado como cárcel, por lo cual todavía se pueden ver las celdas, incluida una donde supuestamente estuvo encerrada “La Tatuana”, una legendaria bruja que escapó mágicamente.
Según expertos, su estilo refleja cierta influencia de construcciones propias del Virreinato de la Nueva España (hoy México), de donde provenía Díez de Navarro. En 1853 fue restaurado por el Corregidor José María Palomo y Montúfar, y se ha conservado bastante bien, al punto que aquí tiene su sede la municipalidad.
El Museo del Libro Antiguo y el Museo de Armas se encuentran en su piso inferior, en donde además de admirar las colecciones se puede apreciar la calidad de la construcción, con muros de un metro de espesor.
En 1851 se le instaló un reloj, pero debido al peso del mismo y al temor de que causara daños a la estructura fue removido después de los terremotos de 1976. Actualmente es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad. No pocos turistas disfrutan de la tarde de domingo en su larga banca de piedra o bien desde su segundo nivel: toda una joya de Antigua Guatemala