“A veces las personas lo consideran un precio muy alto, pero eso sucede porque no hay un análisis del valor que tiene el arte. Pintar una obra lleva varios meses, y en ocasiones años, debido al contenido y la gran cantidad de detalles que se plasma en cada una”, refirió Laroj.
El pintor comenta que lo que le atrae del movimiento artístico surrealista es que posee un estilo muy avanzado y tiene elementos filosóficos, lo que da como resultado obras delicadas y profundas.
Situación adversa
Laroj comenta que salir adelante y alcanzar al éxito son cosas que dependen de cada artista, ya que no hay apoyo por parte de las autoridades gubernamentales ni municipales, por lo que cada quien debe trabajar duro y ser perseverante.
“En el ámbito de la pintura, cada artista tiene que valerse por sí mismo, ya que en el país las puertas no se abren fácilmente, pues todos deben encontrar su camino por su cuenta y buscar espacios para exponer sus obras; sin embargo, siempre existen obstáculos de distinta índole, pero no hay que bajar la guardia.
El maestro refiere que es difícil conseguir un comprador para las pinturas, debido a que nuestro país no está educado en el tema, por lo que las personas tienen problemas para comprender el contenido de una obra.
“No captar el mensaje de una pintura surrealista hace que sea poco atractiva, contrario a lo que sucede con los paisajes, que son populares porque son bonitos”, señala el pintor.
Debido a la difícil situación que existe en Guatemala para los artistas, el interés por aprender y dedicarse a este campo ha decaído.
“Hay muchos pintores talentosos en Guatemala, desafortunadamente la falta de apoyo los lleva a desmoralizarse y dejan de crear obras nuevas”, explica Laroj.
Una vida de arte
El pintor recuerda que su interés por el arte empezó cuando tenía 5 años, cuando dibujaba en pedazos de papel o cartón y utilizaba las pinturas de aceite de su padre para colorearlas. Le gustaba plasmar personajes y caricaturas que veía en la televisión.
Laroj es egresado de la Escuela de Artes Plásticas y tiene unos 30 años de pintar. Actualmente imparte clases en la Escuela de Artes Plásticas en la capital y en el Centro Cultural de Arte Nueva Era, en Sumpango, la cual dirige, con el objetivo de fomentar el arte de la pintura.
De acuerdo con el artista, el talento es innato y lo que se aprende son las técnicas para perfeccionar los estilos.
Resalta que es importante que los padres apoyen a sus hijos si quieren hacer una carrera como artistas, y los invita a que se acerquen a la Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos, en la capital.