Según familiares, De La Riva dejó en la orfandad dos hijos, una de 10 años y otro de 2, y que desconocen por qué lo mataron.
Agentes de la Policía Nacional Civil mencionaron que vecinos donde ocurrió el ataque armado temen hablar, lo que dificulta el trabajo de investigación.
En la escena del crimen, peritos del Ministerio Público localizaron casquillos de arma de fuego de calibre ignorado, y ordenaron que el cadáver fuera llevado a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Malacatán.