El comercianteEdwin Gutiérrez mencionó que no le queda alternativa que guardar la calma porque son situaciones de la naturaleza, aunque no deja de preocuparse. “Aquí solo Dios dispondrá de nosotros”, señaló.
Alfonso Hernández, residente de la zona 5 de la cabecera, expuso que no solamente está enfermo de los nervios, sino que ha tenido pérdidas materiales, ya que se han quebrado varios objetos en su vivienda a causa de los sismos.
“En lugar del dinero para tamales, uvas, manzanas y ropa para estrenar en Navidad y Año Nuevo, prefiero que ya no continúen los temblores”, dijo Hernández.
La vecina Verónica Cabrera afirmó que el jueves estaba terminando de almorzar, a las 15.58 horas, cuando se movió bruscamente la tierra y sus hijos le dijeron “mami, mami, está temblando”. Ella solo los escucha, pues no puede hacer otra cosa que buscar un lugar seguro.
Recomendaciones
Wilson del Cid, de los Bomberos Voluntarios, recomienda a los habitantes de este departamento guardar la calma, ya que hay puntos vulnerables en diferentes lugares, y por salir corriendo y no tomar las precauciones debidas algo trágico puede pasar.
El Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología reportó el jueves dos sismo, uno de 4.3 grados en la escala de Richter, a las 15.58 horas, y otro a las 16.12 horas, de 4.8 grados en la misma escala.
Ayer se registó otro sismo a las 10.06, de 4.7 grados Richter, con epicentro en las costas de México.