Para dejar en libertad a los agentes y trabajadores del MP, las autoridades locales tuvieron que firmar un acta en el que se comprometen a avisar con anticipación cuando se pretenda hacer capturas de ciudadanos.
Luis Rivera Joachín, gobernador departamental, señala que al llegar al lugar los pobladores se indignaron y comenzaron a atacar con piedras y palos a los agentes.
Se dialogó con los pobladores para garantizar la integridad física de los retenidos.