“Lo único que tenemos son unas bolsas de fideos, sopas instantáneas y agua pura, que no alcanza para todos; y por el frío, muchos se acercan a solicitar frazadas, pero no tenemos”, expuso Urbano.
Los más afectados, agregó, “son los niños, que tienen infecciones en la piel, resfríos, gripe y diarreas, y no tenemos medicamentos para darles. Hicimos un pedido a las bodegas de Gobernación Departamental, pero nos dijeron que ellos tampoco tienen recursos”.
Dominga Chigüichón, una de las afectadas, dijo: “Todavía no podemos irnos a nuestras casas, porque sigue temblando y muchas viviendas están muy dañadas; hay familias que ya no tienen casa porque los temblores las destruyeron”.
Gladis Fuentes, otra damnificada, indicó que a la fecha las autoridades no les han informado nada y necesitan continuar con sus actividades diarias.
“Queremos dejar los albergues porque no queremos ser una carga para el Gobierno, pero necesitamos que nos ayuden a dar el primer paso”, expresó.
Mynor Morales, gobernador departamental, desmintió las denuncias de los albergados.
“Es mentira, ellos sí han tenido alimentos; la mayoría de personas no acepta lo que se les da, y a pesar de esto, en breve entregaremos 256 bolsas más, que contienen frijol, arroz y azúcar, que nos enviaron la Policía Nacional Civil y el gobernador de San Marcos”, aseguró.
María Antonia Chacón, directora del Centro de Salud, indicó que los enfermos están en tratamiento y que se asignaron tres médicos de Cuba, quienes están haciendo chequeos constantemente.
“Las enfermedades que se han detectado son infecciones respiratorias, diarreas, parasitismo, micosis y dermatitis entre otras”, afirmó.