Los empleados del restaurante lo cargaron en hombros mientras familiares y propietarios daban las palabras de agradecimiento y hacen una reseña de su trabajo por dos años en este lugar.
Abel Sandoval Martínez, con los ojos llenos de agua que le escurrían de su rostro, dijo: “Es probable que aquí ya no te veamos, pero sabemos que algún dia te veremos en el cielo”.
A eso de las 15. 30 horas el cortejo llegó a casa de Domínguez, donde familiares, sus padres y hermanos, además de unas 150 personas que ya lo estaban esperando, le recibieron con coronas, velas, fotos, y aplausos.
“Estamos orgullosos por los logros que obtuvo, puso muy en alto el nombre de Guatemala a nivel internacional, además puso en alto el nombre de la familia, siempre lo recordaremos por su humildad, por su trabajo para el sostenimiento de sus padres, por la amistad para su gente y el apoyo moral y económico que les brindo”, dijo su hermano Dolores Domínguez.
Domínguez será inhumado mañana en esta localidad pasado el mediodía.