Afirmó que el nivel de humedad en las plantas debe ser de entre el 60 y 80 por ciento, pero debido a la fuerte lluvia o la sequía, la humedad varía y favorece el desarrollo de las plagas mencionadas.
Señaló que cada año, de marzo a diciembre, siembran 10 manzanas y obtienen tres cosechas, pero este año han sido afectados por la sequía, y las pocas veces que ha llovido, el agua afecta la floración.
Baja producción
Resaltó que cuando la cosecha es buena recogen unas dos mil 500 cajas de tomate por manzana, pero este año solo han obtenido entre 300 y 800.
Julio Álvarez del Cid, otro productor, manifestó que antes empleaba a entre 60 y 80 personas para recoger las cosechas, pero ahora solo ha contratado a 20.
Pidió a las autoridades correspondientes que investiguen por qué el producto se está perdiendo en esa región, antes de que el problema se extienda a los municipios de la parte baja del departamento.
Según los agricultores, este año han tenido una pérdida de unos Q100 mil por manzana, lo que los alarma porque la mayoría de personas de los tres municipios se dedican al cultivo de tomate.
Óscar Sánchez Morales, otro agricultor, indicó que en otros años esta época es la mejor de la cosecha, pero que ahora está pensando qué hacer, porque el trabajo es escaso.
Édgar Ramírez, epidemiólogo del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, explicó que los cultivos fueron invadidos por un insecto denominado parastriota, el cual genera una bacteria que daña las plantas.
Refirió que la zonas más afectadas son Casillas y San Rafael Las Flores, donde en 40 hectáreas se perdió el 10 por ciento del producto.
Afirmó que han tomado muestras de las plantas para mandarlas a un laboratorio y determinar otras causas.