La alerta fue dada por una de las víctimas, ya que el acusado llegó al lugar y cuestionó los precios de varios güipiles. Mientras la vendedora intentaba mostrar otras prendas, Cuy metió un güipil en la mochila, por lo que la propietaria alertó a otros comerciantes para capturarlo.
El alcalde indígena de Sololá, Alberto Chumil Julajuj, ordenó la devolución de la mercadería y la aplicación de la pixá (25 latigazos) al detenido para reparar los daños.