Guatemala

Consumo de leña propicia tala ilegal

Pese a que la deforestación en Sololá se ha detenido considerablemente, todavía se consumen dos mil metros cúbicos de leña por año, de los que el 25 por ciento tiene procedencia ilegal, informó Édgar Sosa, director regional del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).

En  Sololá  hay empresas forestales dedicadas a la venta de leña, pero  la mayoría  es llevada desde otros lugares, especialmente de  Chimaltenango. (Foto Prensa Libre: Ángel Julajuj)

En  Sololá  hay empresas forestales dedicadas a la venta de leña, pero la mayoría  es llevada desde otros lugares, especialmente de Chimaltenango. (Foto Prensa Libre: Ángel Julajuj)

SOLOLÁ – Sosa detalló que desde 1996 y 1997 la deforestación en Sololá se redujo considerablemente, debido a que la cuenca del Lago de Atitlán fue declarada área protegida; sin embargo, el consumo de madera como leña continúa. Debido a ello, la mayor parte de la  leña que se consume en este departamento proviene  de otros lugares.

  “Todavía hay quienes practican la tala ilegal en Sololá, pero ya no es de manera extensa. La mayor parte viene de otros departamentos, especialmente de Chimaltenango”, comentó.

Sergio Aguilar, delegado del Instituto Nacional de Bosques (Inab), expuso que en la actualidad hay registradas 71 empresas  que comercializan madera y leña en Sololá, y que tras la promulgación de la nueva Ley de Fiscalización, que entró en vigor en marzo último, el control de estas se lleva a cabo de manera electrónica; sin embargo, se considera que todavía hay 15 por ciento de estos negocios que no cuenta con el permiso respectivo.

Aguilar señaló que el consumo de leña en Sololá está condicionado por la pobreza, la falta de cobertura de energía eléctrica en muchas comunidades, y por la cultura. “Hay muchos hogares en los que pese a tener estufas modernas y medios económicos, mantienen la tradición de cocinar con leña”, aseguró.

Édgar Sosa, del Conap, manifestó que llevan a cabo campañas de sensibilización entre la población, sobre la importancia de la protección de los bosques, y trabajan con programas de incentivos.

Sin embargo, coincidió con Aguilar en  que se debe trabajar más en el ámbito cultural para reducir el consumo de leña.  “Las familias suelen reunirse alrededor de fogatas, algo que no puede ser reemplazado por estufas mejoradas”, comentó.

Sosa explicó que el Ministerio de Educación debe jugar un rol protagónico para motivar en los niños este cambio cultural sobre la protección de bosques.

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