Pineda agregó que “la diferencia entre tragedia y tradición es la precaución”, por lo que trabajarán en un programa de prevención que involucrará a vendedores y padres de familia.
Entre las estrategias que adoptará esa institución está la colocación de carteles en postes del tendido eléctrico y sitios públicos, en los cuales dan una serie de recomendaciones para evitar tragedias por los juegos pirotécnicos.
También impartirán pláticas a vendedores y los instarán a que tengan cubetas con arena y/o extintores, a fin de que estén preparados en caso de incendio.
Según estadísticas de los bomberos, el año último hubo 26 personas quemadas por cachinflines y silbadores; la mayoría tenía entre 12 y 16 años.
También se incendiaron tres ventas de juegos pirotécnicos en los alrededores del parque Centroamérica, que fueron alcanzadas por silbadores o colillas de cigarros.