Vecinos aseguraron que tenían entendido que las estructuras habían sido construidas con plástico especial y fibra de vidrio, combinado con burbujas de aire para que permita la flotación, y así se adapte a los cambios en el nivel del Lago, pero a simple vista la obra es pésima.
Everardo Coché, líder comunitario del lugar, resaltó que está claro que los trabajos están sobrevalorados y mal hechos. “Es lamentable que en este departamento exista este sistema de gobierno, ya que no se dan cuenta del trabajo. Tuvo intervención la Contraloría de Cuentas durante el proceso de licitación, pero como todo está amarrado, el que paga los “platos rotos” es la población”, lamentó Coché.
Salvador Loarca, de la Auxiliatura de los Derechos Humanos con sede en Santiago Atitlán, explicó que tuvo que abrir expediente contra el alcalde Tomás Chiviliú para que aclare sobre lo ocurrido. Asimismo, hizo un llamado al Ministerio Público para que intervenga.
Tomás Chiviliu, alcalde de Santiago Atitlán, no respondió las llamadas a su celular.