Irma Roquel, integrante de la junta directiva de la Asociación, relató que la organización surgió en 1997, poco después de la firma de los acuerdos de paz, por iniciativa de siete viudas del conflicto armado que trabajaban en el campo en el pastoreo de ovejas y tejido de prendas típicas a la orilla de la carretera Interamericana.
Agregó que fue a mediados de ese año que el canadiense Ronald Spector pasó por el lugar y se interesó por la labor de las mujeres; luego decidió organizarlas y ayudarlas a mejorar su forma de producción, así como a utilizar materiales de mejor calidad como hilos, tintes y diseños, lo que les permitió comenzar a comercializar su piezas en nuevos mercados.
De acuerdo con Roquel, en la actualidad trabajan la tejeduría, tintorería, sastrería y costurería de textiles típicos con una combinación de colores que se fijan según la exigencia de los clientes, la mayoría extranjeros. Las oficinas y talleres están ubicados en el barrio San Bartolo, zona 2 de la cabecera.
Proceso
María Ajcalón, gerente de producción, dijo que cuentan con seis tintoreras, tres urdidoras, una madejadora, ocho hilvanadoras, un exprimidor y una devanadora; además de telares de cintura, que se usan para el proceso de textilería con diseños típicos originales.
Agregó que terminado ese proceso se entrega a cada integrante de la Asociación el material para que confeccionen en su casa toda clase de piezas como chalinas, bolsas, billeteras ponchos, llaveros y bufandas.
“Los productos se envían a clientes de varios países como México, Estados Unidos, Canadá, Suecia, Inglaterra, Francia, Japón, Holanda, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, así como a tiendas especializadas de la capital, Quetzaltenango, Antigua Guatemala, Sacatepéquez y Cobán, Alta Verapaz”, refirió la gerente.
De acuerdo con Ajcalón, la Asomadek cuenta con dos sastres que se encargan de confeccionar algunas piezas de estilos especiales. Añadió que han trabajado por muchos años para que a través del proceso de administración y producción mejore la calidad de vida de las integrantes.
Admiración
Hetty Friedman, diseñadora originaria de Boston, Estados Unidos, comentó que el trabajo que hacen las mujeres de la asociación es impresionante, pues son profesionales que asumen compromisos, que cumplen a cabalidad para satisfacer las exigencias de los clientes, principalmente los extranjeros.
“Es admirable cómo las mujeres caqchiqueles trabajan y se esfuerzan para cumplir sus funciones; además, asimilan con rapidez las nuevas técnicas para la mejora de sus productos, por eso son singulares y le muestran al mundo lo que son capaces de lograr. Como diseñadora viajo por muchos países y puedo asegurar que las tejedoras de Sololá tienen un gran potencial que puede ser aprovechado en beneficio de la comunidad”, expresó Friedman.