Blanca Mercedes Calguá, vecina del lugar, indicó que en la parte de atrás de su casa pasa un drenaje de aguas pluviales, y en invierno se forma una catarata que los inunda. Además, debido a la humedad sus hijos se enferman constantemente, por lo que pide a las autoridades correspondientes que atiendan sus necesidades más urgentes.
Cristina Cosiguá, otra vecina, indicó que el lugar es peligroso para vivir, pero no tienen adonde ir.
“Aquí hemos nacido y ya nos acostumbramos a vivir con esos peligros. Somos familias pobres que vivimos apenas con lo que ganan nuestros esposos como jornaleros en fincas, por esa razón estamos solamente al cuidado de Dios. Aquí no conocemos ningún programa de ayuda del Gobierno, mucho menos que mejoren la situación en que vivimos”, resaltó.
Sin respuesta
Elías Sanún Batz, del Consejo Comunitario de Desarrollo del lugar, indicó que han hecho constantes gestiones ante las autoridades municipales, pero no les prestan atención. “Estamos abandonados, ya no tenemos adónde acudir, y la comunidad está ubicada en un área de alto riesgo”, señaló.
José Sancoy Cosiguá, alcalde comunitario, informó que en esta localidad el 90 por ciento de pobladores viven en extrema pobreza, debido a que la mayoría de hombres trabajan como jornaleros en las fincas de la región, y como los salarios son bajos y los trabajos, temporales, hacen “milagros para sobrevivir”.
En varias ocasiones se trató de contactar a Óscar Pic Solís, alcalde de San Lucas Tolimán, pero no respondió su teléfono.