Micaela Roldán, una de las afectadas, dijo que alrededor del área dañada hay al menos 40 familias que deben soportar los olores fétidos y la propagación de moscas y zancudos.
Agregó que estas personas han tenido que colocar piedras frente a sus casas, para no pasar sobre las aguas servidas, y que cuando llueve fuerte el agua sucia ingresa en las viviendas.
Roldán señaló que existe un hundimiento que impide el paso de vehículos, por lo que las personas deben caminar un kilómetro o pagar Q15 a los mototaxis.
Héctor Guzmán, jefe de Obras Municipales, señaló que la comunidad debe pagar Q25 mil de los Q173 mil que cuesta la obra, pues retirarán la tubería de seis pulgadas y colocarán una de 15. Aseguró que la lluvia no les ha permitido comenzar los trabajos.