“Me mostraron la semilla híbrida y me dijeron cómo usarla, pero prefiero la criolla, porque no se pica”, resaltó José Rosales.
Alfredo de León, otro agricultor, manifestó que no utilizaría semilla híbrida porque no puede poner a prueba el tiempo de cosecha, pues conllevaría riesgo en el consumo de granos básicos.
Harold Pérez, delegado departamental del Ministerio de Agricultura, comentó que las semillas híbridas mejoran la ingesta de proteínas.
Añadió que en ocho municipios de Suchitepéquez se hacen pruebas de adaptación genética y manejo técnico de semilla de maíz fortificado, y esperan que unos 400 campesinos la utilicen.