El alcalde de la localidad, Martín Saquic Poroj, reconoce la importancia de las coheterías, pues generan empleo para jóvenes y adultos en corte de papel, colocación de mechas, compactación de la pólvora, empaque, comercialización y otras labores.
El agricultor Diego Vicente, de 63 años, relata que luego de recoger su cosecha se emplea en la fabricación de cohetillos, para obtener algún ingreso que lo ayude a pasar mejor la Navidad con su familia.
Genera empleo
Saquic considera que las coheterías también generan empleos indirectos, como la venta de insumos y transporte de la mercadería.
También está consciente de que la demanda de estos productos está limitada a un sector de la población guatemalteca, pues quienes tienen más recursos económicos optan por comprar juegos pirotécnicos más sofisticados, traídos del extranjero, aunque a veces de contrabando.
El jefe edil afirma que se necesita apoyo del Gobierno para fortalecer este sector y así mejorar el empleo e ingresos de la población.
Hamilton García, 19, quien se dedica a la compactación de pólvora en una de las coheterías, dice que han escuchado que algunas empresas de San Raymundo, Guatemala, se han visto perjudicadas por la pirotecnia china. “Aquí gano para sostener a mi mamá, y ahorro para estudiar”, cuenta, con semblanza de preocupación.
Algunos propietarios de coheterías consideran que la producción nacional no está en riesgo, como Luis Sajché, dueño de la cohetería San Luis, que funciona en la aldea Chabajal. Él opina que los juegos importados no compiten con los que ellos producen, pues la gran diferencia es el precio, ya que aquellos son muy caros.
Expone que quien venda al menudeo los favorece, pues el producto proveniente del extranjero se vende por mayor. “De lo contrario tendríamos que estar en otro oficio”, indica.
Las coheterías han mejorado sus medidas de seguridad, al no contratar a menores de edad, pero para evitar que los afecte el producto extranjero no les ha quedado más alternativa que convertirse en distribuidores.
Venden importados
Alfredo Chuc, encargado de la cohetería La Universal, comenta que han optado por vender fuegos artificiales chinos, para mantener surtida la tienda.
Refiere que aunque la demanda de cohetillos artesanales no baja, otro problema que afrontan es el contrabando, principalmente de juegos provenientes de México.
“De allí viene el silbador, el cual dejamos de producir a causa de la prohibición que existe”, denuncia.
El alcalde considera que la industria cohetera local necesita apoyo para crecer, transformarse e incursionar en el mercado internacional.
El jefe edil explica que la Municipalidad no cuenta con fondos ni la estructura adecuada para promover el avance industrial de la cohetería, por lo que pide apoyo del Gobierno.
Señala que los coheteros deben asociarse para organizar talleres y ser escuchados por las autoridades estatales.
Invento chino
La pólvora fue inventada en China y llevada a Europa por Marco Polo. Fue comercializada en España por los árabes, durante la Edad Media. Los españoles la trajeron a América, con lo que surgieron gremios de coheteros en varios países, entre ellos Guatemala, según el historiador Fernando Urquizú. A diferencia de otros países, donde es prohibida, en Guatemala se usan juegos pirotécnicos durante todo el año