Los disturbios se registraron a nueve horas del bloqueo de la ruta Interamericana por parte de pobladores que protestaban contra el alza de la electricidad, las reformas constitucionales y la eliminación del magisterio.
El hecho ocurrió cuando un guardia de seguridad privada disparó contra uno de los manifestantes, quienes arremetieron contra soldados y policías en un enfrentamiento que dejó seis muertos y 34 heridos de bala.
Durante una conferencia de prensa el presidente Otto Pérez Molina confirmó que siete soldados a cargo de resguardar las unidades de transporte dispararon al aire en defensa propia, pero sostiene que el resto del contingente no iba armado.
El procurador de Derechos Humanos, Jorge de León Duque, hizo una visita al lugar del incidente e indicó que se encontraron cascabillos 5.56 milímetros, del tipo que usa un fusil Galil, pero aclaró que no es suficiente para responsabilizar a alguien directamente.
Organizaciones sociales, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Guatemala mostraron su repudio al incidente.
Para este lunes se ha convocado a la población a participar en otra manifestación, se tiene previsto que estudiantes normalistas suspendan clases hasta el próximo miércoles, a nivel nacional, como muestra de luto por los hechos de violencia.
Mediante un comunicado oficial la Conferencia Episcopal de Guatemala exhortó a los conciudadanos a buscar por encima de las diferencias la construcción de la paz, piden al Estado de Guatemala no olvidar que es el primer llamado a buscar el bien común y cuidar de la seguridad de los guatemaltecos.
*Con información de Bill Barreto, Óscar Figueroa y Edgar Domínguez