La variedad de sabores es amplia. Hacen de toronja, piña, camote, pero debido a que la demanda del dulce de coco es superior a la de los demás, la producción se centra en la conserva de este fruto.
La demanda es grande, y de hecho pobladores de este departamento que radican en Estados Unidos guardan en la memoria el sabor de la conserva, por lo que es normal que familiares lleguen a San Jorge a comprar para enviárselas al país del norte.
Mirza Chacón, vecina de San Jorge, comentó que lleva unos 40 años de dedicarse a preparar esta conserva. “Hago seis cajas por día, y en cada una de estas coloco 20 maquetas grandes, valoradas en Q50 cada una”, relató.
Chacón agregó que tiene 10 trabajadores en su pequeña empresa, y que la conserva la fabrican de lunes a viernes.
Refirió que la conserva de coco que produce la distribuye en la capital, Cobán, Alta Verapaz, Petén y Quetzaltenango. Además, tiene clientela en EE. UU. “Algunas veces recibo encargos para que envíe algunas maquetas”, afirmó.
Luis Morales, vecino de San Jorge, contó que con los miembros de su familia llevan varios años dedicados a preparar dulce de coco. Trabajan tres días a la semana, aunque deben esforzarse más cuando reciben pedidos mayores.
José Acevedo, otro artesano, relató que sus mayores puntos de entrega son las ferias de los pueblos, pues en ellas se comercializa bastante. “Cada maqueta pequeña cuesta Q20”, agregó.
En relación con el secreto sobre la aceptación de esta conserva, el poblador Luis García señaló que no hay ninguno. “La conserva es un dulce muy delicioso y por ello se vende bastante, tanto en Zacapa como en otros departamentos, y hasta en el extranjero”, manifestó.