Agregó que la Municipalidad hizo un convenio con la empresa Cementos Progreso, en el que la firma se compromete a llevarse las llantas cada vez que se acumulen 500 unidades.
“Ellos las utilizan como un combustible alterno; la Municipalidad no recibirá ningún beneficio económico, pero el impacto para la naturaleza es de mucho beneficio porque los neumáticos ya no se quemarán y tampoco servirán de criadero de zancudos”, detalló.
“Esta estrategia es la primera fase del proyecto de saneamiento ambiental que está implementando la comuna. Ahora vendrá la segunda fase, que consiste en reciclar el aceite quemado y otros lubricantes”, informó.
Nery Ramírez, poblador, consideró que el convenio que hizo la comuna es positivo, pero que las autoridades debieron haber pedido algo a cambio de ese desecho a la mencionada compañía.