“La lengua es hecha con mezcla de harina para pan francés, no lleva huevos ni margarina. Además, a la discotela se le agrega turrón”, reveló Mex.
Contó que ignora por qué las denominan discotelas, pues la receta la aprendió de una de sus abuelas, quien las preparaba cuando ella era niña.
En la actualidad, Mex tiene la ayuda de su progenitora, Marta Mata García, quien fue también quien le aconsejó elaborarlas para mejorar la oferta de los productos que ofrecen.
La discotela es en realidad un pan normal con turrón, pues se prepara la masa —que además lleva azúcar y manteca— y se corta en trozos, los cuales se moldean como la forma de las lenguas.
Luego se meten al horno durante 15 minutos, tiempo que emplean para hacer el turrón con clara de huevo y esencia de vainilla, y le agrega esencia de fresa a una parte, para darle otro color.
Pasados los 15 minutos se sacan del horno, se cubren con el turrón y nuevamente se meten al horno por otros 15 minutos, para que salgan listas para la venta.
En un día, doña Rosa elabora 20 latas de siete discotelas, y vende cada unidad a Q2.
La panificadora de Mex está ubicada a un costado de la cancha de futbol del cantón Barranco Colorado, San Jorge.