La víctima, aún herida, trató de pedir auxilio; sin embargo, por la gravedad de las heridas murió a unos 10 metros de donde ocurrió el ataque.
Investigadores indicaron que el móvil del crimen pudo haber sido un ajuste de cuentas, ya que la víctima tenía sus pertenencias, y según investigaciones, arrendaba inmuebles en la capital.
Elizabeth Velásquez tenía en sus manos una camiseta, la cual se presume que pertenecía a su atacante.