También hace pulseras, colgantes, collares, llaveros de cáscaras de coco y blusas típicas de la región oriental.
Zeceña relató que lleva 25 años dedicada a elaborar manualidades, y en la actualidad tiene un puesto de venta en el Museo de Paleontología de ese municipio.
Algunas veces llega a ayudarla su hija Heidi Carolina Berbén Zeceña, quien también aprendió el oficio.
Es normal encontrar a Zeceña bordando o elaborando alguna manualidad, pero también aprendió a escribir con un lapicero eléctrico para colocar nombres en los productos.
Édgar Martínez, un comprador, comentó: “Con mi familia compramos varios recuerdos, en especial aquellos que son propios de Estanzuela. Lo bueno es que los precios están al alcance del bolsillo”.