El arquero del Borussia Dortmund alemán acostumbra tomar el balón del sorteo del campo previo a cada partido.
BBC NEWS MUNDO
La hilarante superstición del portero Roman Bürki con el Borussia Dortmund antes del inicio de cada partido
El fútbol está lleno de rituales y cábalas de los jugadores, pero la extraña manía del portero suizo Roman Bürki ha causado muchas risas.
Con tal de llevarse la pelota, el jugador de 27 años hace lo que sea necesario: a veces se la pide a los niños que acompañan a los capitanes y al árbitro en el volado inicial.
Otras veces se lo pide a los mismos árbitros o a los jugadores en el sorteo.
Y en algunas ocasiones simplemente lo ha tenido que robar, como el propio Borussia Dortmund lo mostró en un curioso video el jueves.
Incluso el griego Sokratis Papastathopoulos lo reprendió una vez, pero eso no impidió que Bürki se saliera con la suya.
El Borussia Dortmund ha tomado esta cábala con humor, señalando en su cuenta de Twitter que se trata de “un ritual antes de cada juego simplemente excepcional”.
Roman Bürki tampoco ha dado alguna explicación a su inusual ritual previo a cada partido, pero compartió el video que hizo su equipo.
Su “magia” parece que no funcionó la noche del jueves, pues el Borussia Dortmund perdió como local 1-3 ante el Real Madrid.
En la actual temporada, Bürki ha parado en seis partidos de la Bundesliga alemana y solo ha permitido un gol, mientras que en la Liga de Campeones de la UEFA ha recibido seis goles en dos partidos.
Extrañas cábalas
Otro portero, el francés Fabien Barthez, tenía uno de los rituales más conocidos en el fútbol: su compañero Lauren Blanc le besaba su cabeza antes de cada partido en el Mundial Francia 1998.
El inglés John Terry confesó que durante 10 años utilizó el mismo orinal del estadio Stamford Bridge antes de cada partido, pero también acostumbraba escuchar música de Usher, estacionar en el mismo sitio, sentarse en el mismo lugar en el autobús y utilizar la mismas espinilleras
Otro raro ritual era el de su compatriota David James, quien acostumbraba escupir en las paredes del baño.
El rumano Adrian Mutu fue conocido por poner algunas hojas de albahaca en sus calcetines antes de los partidos, pero también lo fue por su encuentro con un grupo de brujas.
Al marfileño Kolo Touré le gusta ser el último jugador en entrar en el campo y es capaz de hacer cualquier costo.