El Real Madrid visita el domingo la cancha del Barcelona, recién proclamado campeón de la Liga española, y durante días se discutía si los blancos le harían a los culés el pasillo con los que en España el rival se suele recibir cuando salta al campo al contrario que acaba de conquistar un título.
BBC NEWS MUNDO
Por qué es tan polémico que el Real Madrid no le haga el pasillo al FC Barcelona en el clásico de la Liga española
El técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane, lo dejó claro el pasado 7 de abril. "No vamos a hacer pasillo, la decisión es mía. No entiendo lo del pasillo".
La imagen de los madridistas homenajeando en un pasillo al eterno rival se había convertido en uno de los alicientes de un partido que perdió interés al estar el campeonato ya resuelto.
La decisión de los blancos de no cumplir con una tradición arraigada en el futbol español no estuvo exenta de polémica porque muchos la interpretan como una falta de deportividad.
El lateral barcelonista Jordi Alba dijo que “seguro que el Barça lo haría” y atribuyó la negativa madridista a una decisión de la directiva del Real, presidida por Florentino Pérez.
“Seguro que es algo que viene de arriba”.
El central madridista Sergio Ramos defendió la decisión de su entrenador: “Lo que dice Zizou va a misa”, zanjó el sevillano, que quiso restarle importancia al asunto.
“Ellos ya tienen el título que querían y el pasillo les es indiferente. Que disfruten de su título y nosotros a lo nuestro”.
“Lo nuestro” ahora para el Real Madrid es prepararse para la final de la Champions League (Liga de Campeones) que el próximo 26 de mayo le medirá en Kiev (Ucrania) al Liverpool, último obstáculo antes de conseguir el que sería su decimotercer entorchado europeo.
Un exjugador madridista, el holandés Clarence Seedorf, hoy entrenador del Deportivo de la Coruña, terció en el asunto y mostró su confianza en que en su antiguo club cambien de opinión.
“El juego limpio es importante, especialmente en los clubes que tienen que dar ejemplo. Espero ver ese gesto de respeto”, dijo Seedorf.
Paradójicamente, el propio entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, se mostró en contra.
“Yo no le haría el pasillo a nadie ni me gustaría que me lo hicieran a mí porque ya veo que ha perdido la esencia que tenía hace años”, comentó.
Para Valverde los medios hacen que hoy día que, más que un homenaje al campeón, el pasillo se haya convertido en una humillación para el equipo que lo forma.
Madridistas y culés han formado varias veces el pasillo para el eterno rival.
El Real Madrid de los Butragueño, Míchel, Hugo Sánchez y compañía saltó al césped del Camp Nou en la temporada 1987-88 flanqueado por los aplausos de los azulgranas.
Tres años después la escena se repitió al revés, en el Santiago Bernabéu, cuando los barcelonistas entrenados entonces por el mítico Johan Cruyff llegaron a la capital de España como campeones.
El último precedente se produjo otra vez en Madrid, pero esta vez con los blancos como campeones. El cuadro dirigido entonces por Bernd Schuster saltó al campo en medio del pasillo formado por los jugadores del Barça, a los que saludaron cordialmente antes de derrotarlos después por 4-1.
¿Empezó todo en diciembre?
¿Por qué entonces ahora el Madrid no quiere hacer el pasillo, cuando además el club blanco felicitó en su cuenta de Twitter al Barça por sus recién conquistados títulos de Liga y Copa del Rey?
Cuando Zidane dijo que no habría pasillo se justificó recordando que fue el equipo catalán el que rompió la tradición.
El entrenador francés se refería a lo ocurrido en el último clásico entre los dos gigantes del futbol español disputado el pasado 23 de diciembre en el Bernabéu.
Pese a que los locales venían de haberse proclamado campeones del Mundial de Clubes, el Barcelona no formó el pasillo.
La directiva culé lo justificó: “Solemos hacer el pasillo cuando participamos en la competición, pero éste no es el caso”, dijo entonces su director de Relaciones Institucionales, Guillermo Amor.
Sin embargo, en 2006, los culés no tuvieron inconveniente en hacerle el pasillo al Sevilla en 2006 cuando acababa de lograr la Copa de la UEFA, torneo en el que el Barça no participaba, ya que lo hacía en la Champions League.