Xelajú descontó por medio de Wílber Caal, pero se derrumbó en los últimos segundos del juego y terminó con la primera derrota en su estadio luego de 42 partidos sin perder.
Los Chivos quedaron terceros con 36 puntos y ahora enfrentarán al Deportivo Malacateco en la segunda fase.
Dramático final
Ambos equipos no jugaron con sus elementos titulares y en la cancha estuvieron presentes al menos ocho jugadores juveniles y otros que no tuvieron mayor actividad durante la etapa de clasificación, como los porteros Ricardo Trigueño, por Xelajú, y David Guerra, por los albos.
A pesar de eso el partido fue parejo, pero fueron los cremas quienes aprovecharon dos fallos de la zaga quetzalteca para ganar su partido 15 en la fase de clasificación.
Los dos goles de los albos llegaron al final de cada tiempo. El primero llegó al 44, cuando un descuido de la defensa local provocó que el balón quedara en los pies de Guerrero, quien enfiló bien y anotó el 1-0 para los cremas.
El empate de Xelajú llegó en el segundo tiempo, al minuto 60, cuando Caal cobró de forma magistral un tiro libre y logró el 1-1 del juego.
Ningún equipo arriesgaba, pues todo estaba definido. Los albos en la primera posición y Xelajú se aseguraba la tercera casilla, con los resultados que se daban en otras canchas.
Pero en el primer minuto de reposición, Xelajú cometió otro error en la zaga y el balón quedó en pies de Carlos Mejía, quien comenzó una jugada que pasó por Kendel Herrarte, Rafael Morales y Osmar López, quien culminó con la anotación para la victoria de Comunicaciones.
Los cremas, como primeros, enfrentarán a Marquense, que terminó octavo, mientras que Xelajú, como tercero, jugará la llave de cuartos de final ante Malacateco, que fue sexto.
Incidentes
Luego que se dio el pitazo inicial en el Mario Camposeco, varios aficionados cremas que no habían entrado al recinto, empezaron a lanzar piedras a los aficionados Chivos que estaban adentro del estadio.
Los problemas se agravaron y la Policía Nacional Civil (PNC) empezó a disolver a los seguidores con bombas lacrimógenas.
Tras una larga batalla entre elementos de la PNC y aficionados albos, la Policía capturó a seis seguidores blancos, uno de ellos Selvin Gerardo González, quien posee una orden de captura por asesinato.