“Estos serán mis últimos Juegos Olímpicos, pero sin duda que me entusiasman. Estoy emocionado ahora que se acercan”, comentó Bolt, antes de partir rápidamente en un auto color negro.
“Estoy emocionado ahora que se acerca la fecha. Estoy ansioso de estar aquí y competir, definitivamente.”
El hombre más rápido del planeta, que está en Río para participar de un evento publicitario, realizó una visita de media hora al centro deportivo de Mangueira. Muchos no podían creer la noticia cuando les informaron que Bolt pasaría por la favela, visible desde el famoso Estadio Maracaná.
Al dejar la cancha de baloncesto, Bolt posó para selfies, tomó su propio video e incluso compitió contra niñas pequeñas en una carrera de 20 metros. Algunos niños que jugaban en la cancha de fútbol, treparon una pequeña malla ciclónica para observar al astro jamaiquino.
Bolt parecía pasarla bien, levantó sus brazos en gestos de triunfo y se tomó tiempo para aparecer en las selfies de las demás personas.
“Realmente fue grandioso”, dijo Camile Vitoria Santana, una niña de 12 años que corrió al lado de Bolt. “No lo esperaba. Vine aquí hoy a practicar. Estaba muy contenta y emocionada cuando lo vi.”
Existen más de 1.000 favelas en Río. Muchas de ellas son asentamientos de lámina y ladrillos ubicados en las colinas de la ciudad, sede de la pobreza de Río, y origen de gran parte de su violencia.
“Esta será una experiencia de la cual puedo aprender en el futuro”, agregó Camile, vestida con pantalones cortos verdes y blusa blanca. “Wow, es grandioso. Me gustaría hablar con él por más tiempo”.