Sin embargo en la sesión que cerró el taekwondo, México aflojó el paso y además de que solamente obtuvo un metal dorado (Briseida Acosta, en la división de más de 73 kilogramos), en la categoría femenina inferior a los 57 kilogramos, ni siquiera pudo tener una representante en el podio.
El martes, los mexicanos tropezaron en tres categorías y dejaron libre el paso para las coronaciones del dominicano Ruddy Mateo (menos de 68 kilogramos), el cubano Robelis Despaigne (más de 87 kilogramos) y la venezolana Adriana Martínez (menos de 57 kilogramos).
Aun así, la delegación azteca terminó como líder del medallero del taekwondo, con 10 oros. Los seis restantes se los repartieron Cuba (3), República Dominicana (2) y Venezuela (1).
En la natación, se disputaron nueve finales y en cinco de ellas se establecieron nuevas marcas regionales que dejaron en el olvido las establecidas en Mayagüez-2010. Dos de esos nuevos récords quedaron en poder de Venezuela: los relevos 4×100 en estilo combinado (3:41.94) y los 400 metros combinado individual, con Andreína Pinto (4:48.80). Para Pinto, el oro de el martes fue el tercero logrado en estos Juegos.
Por su lado, el colombiano Mateo de Angulo estableció un récord en los 400 metros libres (3:53.20) y la mexicana Byanca Rodríguez lo hizo en 200 metros braza (2:29.37).
La gran figura de esta jornada de natación fue la bahameña Arianna Vanderpool, quien se llevó dos oros. El primero, en 100 metros libres (con récord incluido de 54.87), el segundo, en 100 metros mariposa.
En el ciclismo de pista, los colombianos demostraron que son especialistas, al ganar las pruebas de keirin con Fabián Puerta y la persecusión individual, con Juan Arango.
Para redondear su gran jornada del martes, los colombianos se lucieron en el patín carrera, ganando cuatro oros, dos en las pruebas femenina y masculina de 300 metros contrarreloj, con Yersi Puello y Pedro Causil, respectivamente, y las dos de 10.000 metros combinada: Yenny Serrano y Alex Cujavante.