Salvo para uno. “¡Una etapa increíble! Esta mañana cuando vi el clima me sacó una sonrisa. Durante años soñé con una París-Roubaix lluviosa, y obtengo lo que quería en el Tour”, dijo Boom, quien corrió “adelante para evitar problemas”.
“Encima, han pasado exactamente nueve años de la última victoria de un holandés en el Tour (Pieter Weening en Gérardme).ha sido el triunfo más importante de mi carrera”, añadió.
Detrás del ganador del día, el holandés Lars Boom, del Belkin, en la meta de Arenberg, el italiano Nibali entró tercero, detrás del danés Jakob Diemer Fuglsang con 19 segundos de retraso, pero sacándole mucho tiempo a sus adversario de fuste, principalmente el español Alberto Contador.
El español, distanciado en el pavé, evitó la caída. Pero terminó a más de dos minutos y medio de Nibali, al término de 152,5 kilómetros de etapa con clima épico, bajo la lluvia.
“Sabía que se podía sacar tiempo, pero no creía que tanto. Hoy puse mucha atención en las trayectorias, seguí los consejos de Peter van Petegem que estuvo con nosotros durante el reconocimiento”, afirmó Nibali.
“Pero las condiciones fueron muy diferentes, ha sido una etapa muy difícil”, agregó el siciliano.
El australiano Richie Porte, llamado para suplir en ambiciones la baja de Froome en el equipo Sky, dejó escapar dos minutos, mientras que el español Alejandro Valverde algunos segundos suplementarios.
El temor de muchos ciclistas se hizo carne cada vez que apoyaban pie a tierra o sufrían duras caídas.