Sagan, que lidera la clasificación por puntos y la de mejor joven, después de acabar siempre entre los cinco primeros puestos de las siete etapas disputadas hasta el momento, una vez más se fue cabizbajo, al perder por un pelito en el esprín con Trentin.
El francés Tony Gallopin finalizó tercero, mientras que el siciliano Nibali evitó cualquier riesgo y terminó en el pelotón de vanguardia, asegurando por sexto día el liderato.
La etapa, muy animada sobre el final, costó cara para dos representantes de la nueva vanguardia estadounidense, Tejay Van Garderen, que dejó escapar cerca de un minuto, y Andrew Talansky, quien terminó en el piso en el embalaje.
Sagan era el favorito de esta etapa plana con un par de repechos sobre el epílogo, que dieron chance al belga Geg Van Avermaet de iniciar un ataque contrarrestado por el eslovaco. Sin embargo, el dúo fue alcanzado en el último kilómetro por un primer grupo de perseguidores.
Peter Sagan, que había hecho un gran esfuerzo antes, volvió a encontrar energías para buscar el triunfo, pero apareció como un rayo un italiano que nadie había invitado a la fiesta: Trentin.
“Le dije bravo a Peter, pensaba que él había ganado quizás”, reconoció el ganador.
Casi sobre la meta, el italiano, empujado por el tren del polaco Michal Kwiatkowski, firmó su segundo éxito en el Tour, un año después de haberse impuesto en Lyon, en su debut en la ronda gala a sus 23 años.
En Nancy, Trentin logró el primer triunfo de su formación belga, privada desde la primera etapa de su jefe de filas, el británico Mark Cavendish.
Sagan, con codo y rodilla izquierda vendados tras sus caídas de los días precedentes, se retiró decepcionado, sobre todo porque su equipo había trabajado a lo largo de la segunda etapa más larga del programa para ofrecerle el triunfo.
El pelotón estaba cansado, desgastado, después de siete días de carrera con muchas caídas y lesiones que llevaron incluso al abandono del defensor del título, el británico Chris Froome en la 5ª.
“Es físicamente duro y sobre todo nervioso, aun más que de costumbre”, subraya el director deportivo del equipo BMC, Yvon Ledanois, quien pronostica que “los Vosgos van a lastimar”.
Este viernes, una fuga de seis corredores, iniciada por el suizo Martin Elmiger y el checo Bartosz Huzarski, fue retomada por los franceses Anthony Delaplace, Nicolas Edet y Alexandre Pichot, junto con el estadounidense Matthew Busche. El sexteto consiguió lograr una brecha de 4 minutos y 20 segundos de ventaja, antes de que el equipo de Sagan empiece a apretar el acelerador para alcanzarlos, al frente del pelotón.
Esa ventaja se redujo a un minuto, hasta que los últimos dos escapados, Huzarski y Elmiger, fueron atrapados a 20 kilómetros de la meta.
Los velocistas (Kittel, Démare, Degenkolb, Greipel) se lanzaron un poco más tarde, en el repecho de Maron.
Sagan no es alemán, pero los dedos le apuntaba como favorito. Sin embargo, por un pelito lo madrugaron. La jornada se tiñó completamente con los colores de Italia: Nibali lider y Trentin vencedor en Nancy.