El ritmo de las obras fue acelerado en el último año, luego de que un alto dirigente olímpico dijese que los preparativos eran “los peores” de los últimos tiempos.
Persiste la inquietud en torno a la contaminación de varias sedes, los trabajos en una línea de trenes subterráneos y demoras en la construcción del velódromo y del centro internacional de transmisiones.
El presidente del COI Thomas Bach se encuentra también en Río, donde presidirá una reunión de la junta ejecutiva del organismo la semana que viene.
Brasil está invirtiendo aproximadamente 14 mil millones de dólares en los juegos.