Su ataque sólo lo contestaron los que serán sus rivales hasta Milán: el italiano Fabio Aru (Astana) y el australiano Richie Porte (Sky), ahora en la general a 2 y 20 segundos respectivamente. A la fiesta se sumó otro español, Mikel Landa (Astana), un lujo como escudero de Aru.
Un golpe de autoridad de Contador que terminó de despejar dudas en la general. El espectáculo del Giro es cosa de tres y Contador quiere ser el solista para conquistar su segunda ‘maglia’ rosa en el año del soñado doblete.
Tan feliz como Contador estaba el ganador de la etapa, Jan Polanc, de 23 años, quien preparó el Giro en la Vuelta al País Vasco y en las clásicas de las Ardena. Fue el más fuerte entre los cinco escapados, atacó a 10 de meta y conquistó el sueño de su vida. Entró solo en meta con 1.31 sobre el veterano Chavanel y el terceto de favorito. Su tiempo para cubrir los 152 kilómetros entre La Spezia y Abetone fue de 4 horas, nueve minutos y 18 segundos.
Este jueves se disputará la sexta etapa entre Montecatini Terme y Castiglione Della Pescaia, de 183 kilómetros, jornada propicia para los sprinters.
La organización dedicó la etapa al legendario Gino Bartali, triple ganador del Giro y doble del Tour.
Una jornada más tranquila que las anteriores y con el aliciente de ver qué pasaba entre los favoritos en el primer final en alto de Abetone, un puerto largo, tendido, apto para el primer examen en altura.
Hasta afrontar los 17 kilómetros finales de ascenso, el pelotón se lo tomó con calma, en una interminable persecución. Los únicos que tuvieron prisa y decisión fueron los cinco corredores que pronto se escaparon en busca de la gloria: los franceses Domont (Ag2r) y Chavanel (Iam), el rumano Tvetcov (Androni), el suizo Dillier (BMC) y el esloveno Polanc (Lampre).
En la cima de Foce Carpinelli (de tercera categoría, en el kilómetro 57,6), la ventaja acumulada era de nueve minutos, pero el pelotón aún permitió que pasara a 11 minutos a 68 de meta, máxima diferencia. El mejor clasificado era Polanc, a 19 minutos, así que el Orica tomó el mando de la persecución, aunque sin quemar al equipo, que ha acaparado la ‘maglia’ rosa durante cinco días con tres dueños diferentes.
Un quinteto valiente y bien avenido, solidario en los relevos, con una buena ventaja para hacer valer la aventura. Por eso se presentaron a pie de puerto con 7.50 minutos, renta suficiente para jugarse entre ellos la victoria.
Cerca del puerto asomaron las intenciones de Alberto Contador, que no fueron otras que marcar su territorio con un fuerte ritmo con el Tinkoff en cabeza, en pugna con un Astana dispuesto que la candidatura de Fabio Aru a ganar al Giro es seria y que mandó por delante al español Mikel Landa.
Polanc soltó a sus rivales a 10 de meta y su sacrificio la llevó hasta la gloria. Por detrás las estrellas empezaban a brillar. Con la explosión de Contador fueron cayendo todos los fugados, menos Chavanel.
El de Pinto saltó a 5 de meta, abrió hueco, pero pronto se le soldaron a rueda a Porte y Aru, a quienes se sumó Landa. A partir de ese momento se animaron los líderes del Sky y Astana, que también intentaron el despegue.
Pero los favoritos firmaron tablas. Llegaron juntos a la cima de Abetone, con el recuerdo de Bartali. Y la firma de Contador, ya disparando en el podio con la ‘maglia’ rosa en sus espaldas. El favorito tiene motivos para sonreír.