En la cancha azul del O2, donde este sábado se enfrentará en semifinales con el japonés Kei Nishikori, el único de los tres novatos este año que ha alcanzado la penúltima ronda, “Nole” recibió el trofeo enfrente de otros ex números uno como Carlos Moyá, John McEnroe, Mats Wilander y el propio Becker.
Djokovic hizo entonces un guiño a su vida privada al responder rápidamente a cuál había sido el momento más importante de esta temporada a punto de cerrarse con una sola frase. “Mi boda”, dijo.
Este sábado buscará la final contra Nishikori con quien se ha enfrentado en cuatro ocasiones (2-2), su verdugo en las semifinales del Abierto de EE.UU. este año (6-4, 1-6, 7-6(4), 6-3), y a quien ha ganado recientemente (6-2 y 6-3) en las semifinales de Bercy.
En la otra semifinal, el suizo Roger Federer se medirá con su compatriota Stan Wawrinka, vencedor en el Abierto de Australia, que derrotó al croata Marin Cilic, campeón del Abierto de EE.UU. por 6-3, 4-6 y 6-3 en una hora 45 minutos, en el segundo partido de los doce disputados que ha consumido tres sets.
La superioridad de Federer en los 16 duelos contra Wawrinka es demoledora: 14-2 a favor del de Basilea, que ha ganado este año a Stan en Wimbledon. Wawrinka consiguió sus dos victorias en Montecarlo, sobre tierra. La primera en 2009 y la última este abril en la final, donde logró uno de los tres títulos que ha logrado esta sesión.