Murray vistió el tradicional “kilt” escocés en una ceremonia a la que, entre otros invitados, acudió el exnúmero uno del tenis británico Tim Henman.
Durante los últimos días, el pueblo donde nació el campeón de Wimbledon en 2013 y del Abierto de Estados Unidos en 2012, de apenas 10.000 habitantes, se ha volcado en la celebración del enlace.
Diversas calles y escaparates lucían decorados para la ocasión con mensajes de felicitación para Murray y Sears.
La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, se sumó a esos mensajes y envió su “más calurosa enhorabuena” a la pareja.
“Les deseo lo mejor para una vida larga y feliz juntos. Andy es el héroe local en Dunblance y una superesrella escocesa del deporte“, dijo la líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP).
Entre los admiradores que esperaban ante la catedral de Dunblane, Brenda Watson, que viajó desde Ochiltree, a 100 kilómetros, explicó a la cadena BBC que “valió la pena” estar allí por el “fantástico ambiente” que se vivió.