Bobrova, quien tras dejar la competición trabajaba como entrenadora del club Dinamo de Novosibirsk (Siberia), su ciudad natal, recibía tratamiento médico en Israel.
La gimnasta, madre de dos hijos, a la que meses antes se le había diagnosticado un cáncer de estómago, había sido intervenida quirúrgicamente en Novosibirsk y recientemente había ingresado en un hospital de Tel Aviv.
Observa la rutina de piso de la gimnasta en 1993.