Pero el muro de Ferrer ya fue demasiado alto para el campeón júnior del Abierto de Australia y el alicantino no tuvo ningún problema para ganarse el billete a la final.
Será su oportunidad de lograr un segundo título en este año 2014, donde está siendo irregular y donde sólo ha podido levantar el trofeo en Buenos Aires.
Su rival el domingo será el argentino Mayer, 46º del mundo, que dejó fuera a otro tenista local, Philip Kohlschreiber, séptimo cabeza de serie y número 30 de la ATP, por 7-5 y 6-4.
El torneo de Hamburgo se disputa sobre tierra batida y reparte 1,2 millones de euros en premios.