Cuatro jugadores recibieron los contratos con los bonos por firmar que superaron los US$5 millones. Luis Robert, jardinero de los Medias Blancas encabezó al cuarteto con US$26 millones.
Robert fue seguido por el pitcher Adrián Morejón (San Diego) con US$11 millones; el torpedero Alfredo Rodríguez (Cincinnati) y el jardinero Jorge Sona (San Diego), ambos con US$7 millones.
Fuera de jugadores cubanos, el torpedero venezolano Kevin Maitán (Atlanta) recibió el bono más alto, de US$4,2 millones.
Los dominicanos con los bonos más elevados fueron también campocortos: Luis Almánzar (San Diego, con 4 millones) y Yasel Antuna (Washington, con US$3,9 millones).
El nuevo contrato colectivo en el béisbol de Grandes Ligas impone un tope en los bonos para los jugadores internacionales, con 16 equipos restringidos en 2017-18 a un gasto de US$4,75 millones, seis a US$5,25 millones y ocho a US$5,75 millones
— todos sin incluir bonos por encima de los US$10 mil.
“Se acabó la fiesta con todos los bonos enormes para los amateurs internacional. No cabe duda”, comentó el lunes el agente Andy Mota. “Es una realidad que se está estableciendo, especialmente con los jugadores cubanos”.
Y bajo las nuevas reglas, los jugadores internacionales quedaron bajo un nuevo criterio: menores de 25 años de edad y con menos de seis años de experiencia de profesional, cuando antes se definía con 23 años de edad y con menos de cinco años de experiencia. Esto implica que habrá menos dinero detrás de más jugadores.
“El efecto será que muchos de esos jugadores se inclinen por el béisbol japonés y coreano”, pronosticó el agente Scott Boras al aludir a los cubanos.
Freno
Una serie de restricciones fueron puestas en vigor para el contrato colectivo que abarcó el periodo 2012-16, y el gasto destinado para el draft de jugadores nacidos en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico. Los bonos para esos jugadores totalizaron los US$234 millones en 2011, cayeron a US$223 millones en el primer año de las nuevas reglas y no alcanzaron su nivel previo hasta los US$249 millones invertidos en 2015, según Grandes Ligas. El gasto en el draft se disparó a US$269 millones para las selecciones de 2016.
Al mismo tiempo, el gasto en jugadores internacionales subió de US$74 millones en 2012-13 a US$156 millones en 2015-16 antes del más reciente aumento. Y eso pese a un impuesto que se aplicó a los equipos que se excedieron de su presupuesto asignado.
San Diego gastó US$40,8 millones en peloteros internacionales en el periodo que culminó el 15 de junio, por lo que se le aplicó un impuesto de US$37,4 millones.
Otros que desembolsaron a manos llenas fueron los Medias Blancas (US$29 millones en bonos, US$25,2 millones en impuestos), Cincinnati (US$17,7 millones/US$12,4 millones), Atlanta (US$17,3 millones/US$12,8 millones), Houston (US$10,8 millones/US$8,6 millones), San Luis (US$11 millones/US$9 millones), Oakland (US$10 millones/US$6,2 millones), y Washington (US$8,3 millones/US$6 millones).
Robert pactó el segundo bono más alto para un amateur internacional, por detrás del acuerdo de US$21,5 millones que el infielder cubano Yoan Moncado estampó con Boston, que le transfirió a los Medias Blancas en diciembre como parte del canje que trajo al pitcher Chris Sale a los Medias Rojas.
Enojo
Algunos peloteros estadounidenses manifestaron enojo de que los bonos internacionales subía mientras que los suyos estaban restringidos. Muchos prospectos de Venezuela y República Dominicana firman cuando cumplen los 16 años de edad. Los cubanos lo hacen con edades más avanzadas.
“Yo creo que el objetivo es tratar a los jugadores internacional de forma similar a los domésticos con respectos a los bonos al firmar su primer contrato”, dijo Dan Halem, el director legal de MLB.
Cada equipo recibe un monto de US$4,75 millones para gastar en el periodo de firmas internacionales de 2017-18 que arrancará el 2 de julio. Además, 14 equipos con selecciones del draft de balance competitivo tendrán un margen extra para fichar foráneos.
Para 2017-18, Cincinnati, Miami, Milwaukee, Minnesota, Oakland y Tampa Bay recibirán medio millón cada uno. Arizona, Baltimore, Cleveland, Colorado, Houston, Kansas City, Pittsburgh y San Diego tendrán 1 millón cada uno.
Los clubes pueden transferir sus montos en incrementos de US$250 mil (o la porción de los US$250 mil que quede al final) a partir del 2 de julio, con la restricción de que un equipo puede adquirir un 75% adicional a lo asignado originalmente.
Algunos equipos tienen el incentivo de transferir su tope debido a las penalidades que se arrastran por las viejas reglas. Atlanta, Cincinnati, Houston, Oakland, San Luis, San Diego y Washington no pueden fichar peloteros amateur extranjeros con bonos que superen los US$300 mil en los próximos dos periodos. Los Cachorros de Chicago, Kansas City, los Dodgers de Los Ángeles y San Francisco no podrán hacerlo en 2017-18.
Boras considera que los jóvenes deportistas rechazarán incursionar en el béisbol debido a que el potencial económico es inferior al de otras ligas.
“El problema con todo esto es que otros deportes se están beneficiando dramáticamente”, sostuvo Boras. “El fútbol, en particular, debe estar aplaudiendo”.
Mota, quien asesoró en las negociaciones de Almánzar con San Diego, dijo que algunos equipos que no habían estado activos en las firmas internacionales van a irrumpir en el mercado ahora que los precios han caído.
Mota añadió que los responsables de jugadores latinoamericanos, que a menudo firmaron a temprana edad a cambio de un porcentaje de los bonos, no están preparados para el nuevo sistema. Al igual que Boras, Mota dijo que Japón podría convertirse en una alternativa para los cubanos hasta que cumplan los 25.
“Converso con gente que tienen peloteros, gente que maneja a peloteros, que estaban acostumbrados a pedir lo que fuera y eran inflexibles con los equipos”, dijo Mota. “Eso se acabó”.