Uno de los bateadores más prominentes de su época, Giambi se disculpó por lo menos en dos ocasiones por tomar esteroides durante su carrera.
“Desde que tenía cinco años, todo lo que quería era ser un jugador de las Grandes Ligas”, dijo Giambi en un comunicado en el que agradeció a su familia, amigos, compañeros de equipo, propietarios y aficionados.
Giambi agregó que “los Atléticos de Oakland, los Yankees de Nueva York, los Rockies de Colorado y los Indios de Cleveland fueron en gran parte los que ayudaron a que ese sueño se hiciera realidad”.
El toletero, de 44 años, pasó las últimas dos temporadas con los Indios, con solamente 286 apariciones en el plato en en 97 partidos.
En su último encuentro, el 27 de septiembre contra Tampa Bay, logró un boleto y se ponchó en su última vez al bate.
Giambi fue el líder activo en boletos con 1.366 y en la parte superior de la lista de más ponches recibidos con 1.572.
También es quinto en la lista activa en jonrones con 440 y el quinto con 1.441 carreras impulsadas.
En su mejor momento, Giambi fue uno de los bateadores más temidos en el béisbol. Entre 1996 y 2008 promedió 30 jonrones y 96 empujadas y bateó para .287 con un porcentaje de embasarse de .410 en 1.796 partidos.
Fue elegido MVP (Jugador Más Valioso) de la Liga Americana en el 2000 después de promediar .333 con 43 jonrones y 137 remolcadas con los Atléticos.
En la temporada siguiente, Giambi impuso marcas personales con un promedio de bateo de .342 y terminó segundo en la votación de MVP con el japonés Ichiro Suzuki.
Giambi fue cinco veces ´All-Star´ y ganó un memorable Derby del Jonrón en el Juego de Estrellas del 2002, al vencer al dominicano Sammy Sosa, pero nunca capturó un título de Serie Mundial.
El extoletero jugó para los Yankees de 2002 a 2008.
Entre 2000 y 2001, Giambi y su hermano Jason jugaron para los Atléticos, siendo “dos de mis favoritos años de mi carrera”, señaló el propio Jason.
En diciembre de 2004, el San Francisco Chronicle informó que los hermanos Giambi admitieron ante un gran jurado federal en el caso de esteroides de BALCO que habían tomado drogas para mejorar el rendimiento durante sus carreras.
Según el informe, Jason Giambi testificó que se inyectó a sí mismo con la hormona de crecimiento humano durante la temporada de 2003 y había comenzado a usar esteroides al menos dos años antes.
Se disculpó dos veces por su uso de esteroides, una vez antes de la temporada de 2005 cuando dijo haber “defraudado a los fans” y de nuevo en una entrevista de 2007 con US Today, cuando dijo que estaba “mal por hacer esas cosas” y también añadió que las Ligas Mayores deberían disculparse por su problema generalizado con el dopaje en ese momento.